"Me volvi loco al pensar en el anfiteatro de la casa de cultura, ¿era un teatro con unas ventanas muy grandes o un anfiteatro con porche? ante ideas que mi razocinio no podia ni siquiera imaginar le pedi a mi cuñao que me practicase una lobotomia despues de hacermos el arroz del domingo en el campo, mientras el se puso el embudo del pozo en la cabeza porque decia que en verano eso lo mantenia fresco"
Con este prologo del libro que no existe "El Crevillente de mi infancia o como poder escribir sin la ayuda de sicotropicos" inicio la vuelta de este mas bien singular blog, saludos de nuevo.
Y fue cuando despues de mi letargo desperte en un amasijo de lo que antes habia un monton de caldo de pollo jehovita (vease tambien la desambiguacion pollo mareado o ir a comprar - alquilar un pollo).
Desperte en un lugar donde el verano duraba hasta el 21 de Diciembre, donde el Invierno no existia, un lugar en el cual ya se puede celebrar una semana santa en agosto que seguro que llovera ese viernes santo y hara un fuerte viento con aires huracanados el posterior sabado santo (peligro de capuruchos voladores que perforan ojos, pero eso es otra historia).
Intente recordar donde me hallaba, era tarde, la noche estaba en su cenit, asi que decidi ir a comprar algun antiacido a un 24 horas, que sorpresa la mia cuando descubri que los 24 horas de aquella poblacion cerraban a cierta hora de la noche ¿Como podia un 24 horas, no abrir las 24 horas? todas estas paradojas y muchas mas nublaron mi mente, asi que decidi ir al cine a ver los demonios de la noche (un filme que se lleva emitiendo en el cine chapi desde hara unos 15 años) para mi sorpresa, no habia tal cine ¿quizas no existio nunca? ¿o quizas una plaga malsana de chupacabras devoró los antiguos cimientos del cine?
Descubri que la gente se expresaba con dificultad, que las motos producian un ruido molesto, el mismo ruido que suena cuando le introducen a un cerdo un panal de abejas por sus cabidades anales, pero cuando vi aquella vision de un falo azuloso que se extendia enhiesto, rasgando el cielo en su inmensidad cual fino himen descuidado, fui cuando comprendi que estaba en Crevillent, mis peores pesadillas se volvieron a materializar y a la sombra nocturna de aquel gigante badajo ramblero, me decido hoy "one more time" a volveros a contar mis tonterias y mis demas chanzas.
Crevillent death tour, su equipo y el despotico Clutch vuelven a las paridas como puños asi que disfrutad de las proximas entregas.
